El 27 de septiembre de 1936, eran asesinados en los Prados de Charilla ocho derechistas de Alcalá la Real y aldeas que habían estado en prisión provisional desde las primeras semanas de la guerra. Nuestras investigaciones apuntan a que estas ejecuciones fueron consecuencia de la espiral de violencia y odio desatada en España tras el golpe militar de 1936.

A tres días de la entrada de las tropas facciosas en Alcalá, la delgada línea divisoria entre la vida y la muerte que afectaba a los presos derechistas debido a la fuerte presión que elementos izquierdistas locales y forasteros ejercieron en la población como respuesta a la estrategia de terror y exterminio que el Ejército de Ocupación venía practicando en toda Andalucía Occidental. La autoría de esta saca se atribuye a hombres de Pancho Villa que a buen seguro contaron la connivencia de individuos locales. Sin embargo, las autoridades republicanas y socialistas, desbordadas por el fervor popular y la inexistencia de fuerzas de orden público, no parece que participarán ni directa ni indirectamente en los asesinatos.

Los cadáveres de los asesinados fueron exhumados tras la guerra y recibieron sepultura en Consolación y otros cementerios elegidos por familiares.

Tras la finalización de la guerra, se persiguió y condenó a los presuntos culpables de los hechos, culpando igualmente de los mismos a las autoridades izquierdistas a las que se acusó de no haber hecho más por preservar las vidas. Muchos fueron fusilados en Jaén y enterrados en fosas comunes.

Estos fueron los ocho derechistas asesinados:
-Francisco Castillo Fuentes (labrador de 44 años de Ermita Nueva).
-Francisco Castillo López (labrador de 21 años de Cantera Blanca).
-Luis Castillo López (labrador de 22 años de Cantera Blanca).
-Antonio Castillo López (labrador de 24 años de Cantera Blanca).
-Antonio Castillo Fuentes (labrador de 46 años de Cantera Blanca y padre de los tres anteriores)
-Francisco Sierra del Mármol (35 años, industrial, calle General Lastres, 25)
-Cristóbal Pérez Arco.
-Gregorio Fuentes Flores

En el momento de las descargas, otros tres consiguieron escapar:
-Marcelo Castillo López
-Antonio Castillo Aguilera
-Paulino Ruano García

Tres días después, Alcalá y buena parte de su término municipal perdió hasta 5.000 personas que huyeron por miedo a las represalias que a buen seguro esperaba a los simpatizantes de las izquierdas. Uno de los precedentes inmediatos que explicarían esta actitud fue la matanza de 4.000 sindicalistas, republicanos y socialistas acaecida en Badajoz a partir del 14 de agosto de 1936, cuando los fascistas hicieron entrar a las víctimas en la plaza de toros para a continuación ametrallarlos.

Contra el olvido y la no repetición: MEMORIA.